Más nunca alcanzarán mis ojos el pleno de su suelo ni de su cielo. Nunca mis brazos, en un mismo instante, podrán palparla entera.
El tiempo destrozará mis ideas y las verdades -o patrañas- de ella.
Continuará inmensa ante la vista, continuare minúscula frente a ella, más lucharé por semejarla fundando con mis manos almas y academias.

1 comentario:
hola,me gusta mucho pasar por estos lares.
besos
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