viernes, 3 de agosto de 2012
Me he vuelto salvaje, ataviada de dudas y espantos, sumida en un laberinto absurdo sin obstáculos ni bendiciones.
Me pierdo en el reflejo de los sueños del pasado que ahora aborrezco. Convivo con el entredicho, sin verdad, ni camino,ni líder, ni fe...
¿A dónde? ¿Para dónde? ¿Por qué? Si, todas esas preguntas y algunas otras, como un eco, retumban en mi cabeza; La respuesta es el silencio, la zozobra.
Lo que si tengo por cierto, es que aún no vislumbro el plácido paisaje. Lo que si entiendo, es que aún no estoy a gusto. Veo al cielo y al suelo que me cobijan y no estoy a gusto.
Entretanto, derrocho tiempo en el laberinto, sigue el mundo y la guerra, mi vientre crece, viene la vida y pienso: Curiosamente, yo, especialista en advertir el horror y la miseria, soy portadora de inocencia.
viernes, 6 de julio de 2012
Entrega
Me gusta el lugar oscuro y secreto, ese que guardas dentro y que me dejas ver a veces, cuando preguntas, cuando temes, cuando ríes y te conviertes en mi cómplice...
Me gusta el silencio de tus ojos cuando se desnudan ante mí. Me enciende el calor de tus labios, el sudor de tu piel, el arrebato en el que me envuelves cuando te transformas en huracán de pasión.
Me gusta cuando se alejan de nosotros los colores y sólo quedamos tu, yo y nuestro mundo (la señora de las empanadas, el abuelo que vende periódicos, el juego de los niños, las cotufas en la cama) No existe otro momento de tan intensa calma con tan sincera sonrisa.
Yo quería dominar el mundo, destruirlo y rehacerlo... ahora me basta con hacer una chocita y meterme en ella contigo. Para mí es suficiente si el mar me deja perderme en su horizonte, si los árboles de cualquier montaña me abrazan con la brisa o si despierto a tu lado para hacer el desayuno.
Ahora me basta con mi sonrisa y la tuya aunque el mundo se pierda, de cualquier forma la tierra entera no cabría en nuestros brazos, ya sabrá el tiempo que hacer con ella.
A JRB.
miércoles, 9 de mayo de 2012
Huracanada
Dos tormentas oscuras y rabiosas se incrustan en mis ojos
la helada ira congela mi sangre
la lengua se convierte en espada
las palabras hieren, rompen, revientan... como cristales punzantes
Un grito agudo, altísimo, espeluznante... suplica auxilio, llora sin lágrimas
Entonces llegan tus ojos
con su derroche de calidez y calma
a deshacer el grito con susurros
a deshelar la sangre
a calentar la piel y el alma
Llegas para ahuyentar al Tiempo, el más aterrador de mis fantasmas
quien con sus barbas largas, desde siempre me persigue, me acorrala
en mi cabeza y desde afuera, en los muros de concreto y en las murallas de viento.
El Tiempo, es un enemigo con el que a veces me reconcilio
pero esa reconciliación está ligada a tu presencia
generada por tu compañía, inducida por tu palabra
Me descubro en la dependencia
y la tormenta, otrora rabiosa, se transforma en cálida alegría.
Me tomo una taza de té con el mismo impulso que se devora un trago de ron seco.
Advierto que guardo dentro un infierno que quisiera apagar. Sé que el té no le hará nada a ese infierno, sé incluso que si de verdad fuese un ron, tampoco le haría nada.
Hay cosas que guardamos dentro en contra de nuestra voluntad, son parásitos del alma, que nos opacan el ánimo y con los que tenemos que lidiar.
Venga otro trago fuerte!
Té caliente y sin azucar pa´que duela más.
miércoles, 22 de febrero de 2012
Corre niña, corre... que culpa tiene el fuego si el sueño se apaga
Aguanta niña, aguanta... que la rosa se coge por el tallo aunque las espinas saquen llagas
Si lloras, que las lágrimas valgan, que no caigan al río, que se queden en el alma
Corre niña, corre... porque la cobardía y el cansancio te alcanzan
Aguanta niña, aguanta... para que el espíritu de lucha no se deshaga
La tristeza no es genuina, vuelve a enamorarte de la batalla que antes amabas. Dejemos a la providencia encaminar la causa.
Aguanta niña, aguanta... que la rosa se coge por el tallo aunque las espinas saquen llagas
Si lloras, que las lágrimas valgan, que no caigan al río, que se queden en el alma
Corre niña, corre... porque la cobardía y el cansancio te alcanzan
Aguanta niña, aguanta... para que el espíritu de lucha no se deshaga
La tristeza no es genuina, vuelve a enamorarte de la batalla que antes amabas. Dejemos a la providencia encaminar la causa.
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