martes, 26 de febrero de 2008
Pepita
Pepita repetía una palabra, la repetía, la repetía, la repetía y la repetía. La repitió por mucho tiempo, hasta que todos creyeron que no existían más palabras, por ello la usaban para designar los alimentos, las calles, los sentidos, las ideas; la usaban en susurro, en conversaciones sin sentido, en discursos solemnes, la usaba el maestro, el padre, el niño, el viejo, la usaban todos.
Un día alguien descubrió un diccionario
y comprendió que cada cosa tenía un nombre distinto, entonces quiso compartir su hallazgo con el mundo, pero ya el mundo estaba muy cómodo con su sola palabra como para hacerle caso al maniático de los nuevos términos…
Entonces, indignado, cogió su libro y borró de él esa sola palabra que todos repetían gracias a Pepita.
La palabra era paradigma.
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1 comentario:
qué loco!
qué paradigmático!
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