La brisa va y viene....
constante, infinita, inefable.
Siempre irá y volverá a venir,
no existe brisa que no retorne,
no existe caricia mortal,
sólo eternas y permanentes.
Todas las noches,
incluso las más bellas y estrelladas,
anhelan el amanecer.
Todos los surcos esperan el agua,
todo silencio habla,
toda palabra oculta,
un secreto,
un motivo,
un miedo,
un aviso.
Todo es angustia.
Pálpitos, corazonadas y temblores;
mareas, escalofríos y erecciones;
también ellos, van y vienen...
1 comentario:
... se anhela amanecer, que con tibieza solar, retire la escarcha de corazones congelados, barriendo el incoloro sabor de la noche.
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